Clamores de justicia, engaños mortales y un oscuro asesinato: el caso de Rosa y Albert. En este intrigante artículo, veremos el final explicado de la serie de Netflix «El cuerpo en llamas», al final del articulo te dejaremos el video del final explicado.
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Declaracion de Rosa y Albert
Tras su detención, Rosa confiesa a sus padres y a su abogado que fue Albert quien perpetró el asesinato de Pedro. Al llegar a su hogar con un hacha, Albert habría cometido el homicidio. Rosa asegura que mintió a la policía y mantuvo en secreto esta información por temor a que Albert pudiera hacerle daño a ella o a su hija.
Cuando Albert se entera de que Rosa lo está acusando de asesinato y se presenta a sí misma como víctima, él sostiene que Rosa tenía el deseo de poner fin a su relación con Pedro, por lo que lo habría matado y solicitado la ayuda de Albert para deshacerse del cuerpo. Según la versión de Albert, su único delito habría sido encubrir el crimen de Rosa.
Tres años más tarde, se celebra el juicio. Rosa y Albert se acusan mutuamente, aunque existen pruebas suficientes que sugieren que ambos están siendo deshonestos. Además, Sofía había confesado a Javi y a su novia que había presenciado a su madre cubierta de sangre el día en que Pedro falleció.
Por otro lado, el amigo de Albert, Juanjo, comparece ante el tribunal y declara que antes del fallecimiento de Pedro, Albert le había preguntado cómo llevar a cabo un homicidio sin ser atrapado. El método que Juanjo le proporcionó a Albert resultó ser el mismo que se empleó para deshacerse del cuerpo de Pedro.
La muerte de Pedro
Debido a la falta de fiabilidad en los testimonios de Albert y Rosa, se solicita a Ester que brinde su relato al tribunal sobre los eventos ocurridos el día del fallecimiento de Pedro. Ester presenta pruebas que indican que Rosa y Albert habían planeado conjuntamente el asesinato de Pedro.
Según el testimonio de Ester, ese día, Rosa llegó a la casa de sus padres junto con Pedro y Sofía. Al regresar a su hogar, Rosa y Pedro tuvieron una discusión. Más tarde, Rosa llamó a Albert y le comunicó su intención de matar a su novio esa misma noche.
Albert había adquirido un teléfono y un número nuevos para llevarlos a la residencia de Rosa el día en que se suponía que llevarían a cabo el homicidio. Sin embargo, por error, tomó su propio teléfono, lo que llevó a la policía a descubrir que Rosa, Albert y Pedro se encontraban en la casa de Rosa el día en que Pedro perdió la vida.
Rosa adormeció a su hija y drogó a Pedro, enviándolo al sótano para colocar trampas para ratas, donde quedó inconsciente. Ester sospecha que Pedro fue asesinado con un objeto contundente, ya que se encontró su sangre en la bombilla del sótano de Rosa y en el suelo.
Al día siguiente, Rosa envió a su hija a casa de sus padres y comenzó a enviar mensajes a diversas personas desde el teléfono de Pedro. Por la noche, Albert y Rosa llevaron el teléfono a casa de Javi para incriminarlo en el asesinato. Posteriormente, trasladaron el cuerpo de Pedro al embalse de Foix, lo colocaron en el maletero de su automóvil y le prendieron fuego.
Rosa y Albert trabajaron en conjunto para pintar el sótano de Rosa con el objetivo de ocultar las evidencias de sangre en las paredes. Sofía no solo escuchó el momento del asesinato de Pedro, sino que también fue testigo de cómo Rosa y Albert eliminaron las pruebas unos días después.
Condena
Luego de escuchar el testimonio de Ester, el jurado pronuncia a Rosa y Albert culpables de asesinato premeditado. Rosa recibe una sentencia de 25 años de prisión, mientras que Albert es condenado a 20 años.
Después del juicio, Rosa finalmente solicita encontrarse con su hija, quien ahora reside con Javi, tras tres años de separación. Le asegura a su hija que pronto podrán vivir juntas nuevamente, aunque esta promesa resulta ser vacía.
